martes, 27 de enero de 2009




El cordobés Ignacio Liotta dejó Marcos Juárez y lucha con el Villorba por la permanencia en la cuarta categoría italiana. Aunque es uno de los equipos de menor nivel, aconseja y aclara que “es una gran experiencia de vida estar acá; el que tiene la posibilidad, que la aproveche”.


Si en un clásico del Súper 10 o en un partido del puntero del campeonato, se ven huecos en la tribuna de 15 euros, es más que claro que en la Serie B, la cuarta en importancia, el público se cuenta con una miradita veloz aunque la entrada cuesta menos de la mitad.

Si todavía en algún estadio de la máxima categoría se tienen que suspender los partidos por el mal estado del campo de juego, no hace falta pensar mucho para imaginar que la pelota no pica muy bien que digamos cuatro pasas más abajo, en el invierno lluvioso que está pasando por el norte de la península.

Así y todo, Igancio Liotta, cordobés de Municipal de Marcos Juárez, luchándola desde el fondo de la tabla con el Villorba Rugby, es capaz de explicar y encontrar razones más que válidas para darse una vuelta por el equipo de una de las localidades de la Provincia de Treviso.

¿Cómo se dio que llegaste a la Serie B?

Llegué en septiembre del año pasado porque un amigo mío que había jugado en Bassano supo que estaban buscando a un jugador. Decidí venir para conocer y hacer una experiencia de vida.

Y cómo estás?

Estoy muy bien acá. En el campeonato estamos un poco mal, somos últimos y ganamos sólo un encuentro cuando ya estamos en la segunda fecha de los partidos de vuelta, pero la gente del club es de primera, es una familia, así que estoy muy contento.

Aunque sos el único argentino, cosa rara comparándola con la cantidad de nacionales que hay en cada equipo del Súper 10...

Sí, estoy solo. Obviamente allá, en Marcos Juárez, jugaba con mis compañeros de toda la vida mientras que acá llegué y supe que recién habían renovado el plantel, haciendo entrar muchos chicos jóvenes que todavía se tienen que conocer. Es completamente distinto, pero de todas maneras me divierto porque, aunque estoy en uno de los equipos de nivel más bajo de la Serie B, tiene un buen nivel en general. En Villorba tenés muy pocas pelotas para jugar, pero igual te divertís. Claro, me gustaría mucho más ganar que perder, pero bueno… -risas-.

Es siempre un paso para ver si se puede llegar a algo más, ¿no?

Sí, obviamente me gustaría jugar en Serie A, pero en este momento pienso que me gustaría que nos salvemos del descenso, porque es lo que estamos peleando, aunque para el año que viene no sé dónde voy a estar.
Además de entrenar y jugar los domingos, ¿qué hacés en Villorba?

Yo voy a las escuelas de la zona, primarias y secundarias, a dar clases de rugby. Acá existe un proyecto para tratar de ir sumando más gente al deporte y al club. Además, así como a mí, hay otros chicos a los que les dieron un auto y a mí me dieron un lugar donde vivir, así que aunque la categoría no es profesional, obviamente no es como en la Argentina, acá no tenés que salir a trabajar.

¿Trabajar es una cosa que te hace falta?

Yo me recibí de kinesiólogo antes de venir, así que esa es otra expectativa que tengo. Estoy esperando arreglar todo el tema burocrático para ver si puedo empezar a laburar, aunque sea un año, para hacer experiencia y aprovechar que tengo la doble ciudadanía.

¿Podrías ayudar a algún amigo tuyo a llegar a Italia?

A este nivel los clubes no es que se manejan con procuradores, es siempre por un “pasa palabra”, que uno se entera si los equipos necesitan jugadores. Pero lamentablamente es muy complicado hacer llegar algún amigo si no tienen la ciudadanía porque se puede tener sólo un extranjero en la Serie B.

¿Te adaptaste sin problemas?

La verdad es que sí, Marcos Juárez tiene 30.000 habitantes pero viví seis años en Rosario para estudiar, así que me acostumbré muy fácilmente porque ya pasé por ciudades chicas y también grandes. Villorba está cerca del centro de Treviso, una ciudad chiquita pero muy linda.

Tampoco tuviste inconvenientes a nivel juego, ¿no?

Aunque vine como apertura (o medio scrum) estoy jugando de centro en un puesto que no es completamente el mío, más allá de que lo había hecho en un par de partidos en la Argentina, pero acá me van poniendo donde hace falta -risas-. Estoy muy bien, me siento como en mi casa, pienso que entrenando y entrenando podemos salir adelante porque es un gran grupo…

Si pudieras decirle algo a los chicos que todavía están pensando si aceptar la Serie B o no, ¿qué les dirías?

Si tuviera que dar un consejo a los chicos que tienen la posibilidad de venir acá, les diría que aprovechen porque es una experiencia espectacular, más allá de la plata que te dan, que te sirve sólo para mantenerte. Al menos yo no perdí nada, tenía el laburo de kinesiólogo y si vuelvo lo voy a seguir teniendo, así que el que puede, que aproveche.

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