jueves, 11 de febrero de 2010

LA VUELTA DEL TURCO


Alejandro Allub se inclina sobre la mesa y casi en un susurro confiesa: “No conozco a nadie”. El seleccionado cordobés de rugby acaba de entrenar en el parador Bahía de los Mimbres en Villa Carlos Paz, es la antesala del almuerzo y Allub, el gran Allub, acaso el jugador más importante que dio Córdoba en los últimos 15 años, está de regreso.

Se entiende que casi no registre a sus compañeros. Tras el Mundial de 1999, en el que fue figura de Los Pumas, emigró al Perpignan de Francia, y regresó en 2001, pero prácticamente como ex jugador: una disección coronaria en pleno juego ante los All Blacks acabó con su carrera profesional. Tozudo, jugó para Córdoba el Argentino 2004 y se retiró.

Pero siempre hay un tren que lo trae de nuevo al rugby. En 2008 se reinsertó en los Classics de Jockey, luego la pre intermedia, la intermedia y... sólo fue cuestión de tiempo. Volvió a jugar en la primera de su club el año pasado, mas no consume rugby, no ve rugby por la tele, no va a la cancha, sólo juega. Pero juega como los dioses, aun a los 33 años, por eso en el último noviembre Damián Rotondo, uno de los entrenadores de Los Dogos, marcó su número.

“Pensé que me llamaba para que lo ayude, pensé que necesitaba una mano en el line, en la salida. Y me preguntó si quería entrenar con la selección. La verdad que con todo el laburo se me complica un poco, pero le pregunté si podía empezar a entrenar y que me diera tiempo. Y acá estoy. Uno siempre extraña entrenar a un buen nivel y además me sedujo el hecho de que vienen de ser campeones y que tienen un equipo de la c… de la lora”, cuenta, muy gráfico, Allub.

Tras aquel llamado de Rotondo, Allub intensificó su entrenamiento junto a Pablo Bulacio, su PF de siempre, y se presentó a las pruebas hace 10 días. Aseguran los testigos que está impecable. Incluso en la exigente fajina en la arena y el agua de Villa Carlos Paz, su rendimiento estuvo a la altura de sus jóvenes compañeros. Varios de ellos estaban asombrados por su actitud para trabajar. “Para mí es todo un desafío. Acá hay chicos de 22, 23 años, y yo tengo 33. Por ahí no es tanto para un forward, pero las cosas cuestan un poco más. Estoy aquí más que todo para probar”, dice “el Turco”, médico pediatra con especialización en cardiología.

–¿Cómo te sentiste en esta primera semana de entrenamiento?


–Y, yo quiero jugar. Ahí te voy a decir cómo estoy. Pero nunca el seleccionado de Córdoba tuvo la cantidad y calidad de jugadores que tiene ahora. Tanto en lo físico como en lo técnico. Por eso es un desafío, quiero saber dónde estoy parado.

–¿Qué diferencias notás con otros procesos en los que ha participado?


–La concientización del jugador ha cambiado muchísimo a nivel entrenamiento individual, es una cosa increíble. Ahora los entrenamientos exceden al club, los chicos van al personal trainner, al nutricionista. Antes lo hacía yo y dos más. Ahora estamos todos en la misma, todos quieren ganarse el puesto y me parece espectacular. A mí me encanta porque siempre me gustó competir sanamente por un puesto. Y eso eleva el nivel.

–O sea, vas a esperar a ver cómo sigue esto.


–Y sí. El año pasado no me lesionó, pero vamos a ver qué pasa. Todo se ve en la cancha. Vos podés ser un maratonista, levantar 800 mil kilos y después en la cancha sos un paquete. Obviamente que todo está relacionado: si estás bien físicamente después vas a rendir. Pero no siempre es así.

–Pero tu cuestión técnica está fuera de discusión.


–Yo quiero ver cómo estoy, nada más. Quiero ver cómo vamos. Vamos a ver qué pasa.

Allub dispara otra confesión. “No creo que vaya a jugar”, dice. Es su forma de ser. Intuye que la competencia es dura, pero si sigue en esta carrera contra el tiempo es porque, además, quiere saldar algunas deudas. “Yo lo esquivé al título argentino, no es que tuve mala suerte, porque en el rugby tuve mucha suerte y me han pasado cosas muy lindas. Pero he tenido la mala suerte de no ser campeón argentino. En el ‘97 fui suplente en un par de partidos, en 2001 estaba en Francia, lo estoy esquivando al título, je. ¿Sabés qué deuda tengo también? Si bien yo estuve en el grupo de Damián (Rotondo), José (Luna), Martín Viola, jugadores gloriosos de Córdoba, la mística de ese equipo no la viví, la vi pasar. Me faltó integrar un equipo así. Yo veía lo que generaban ellos con Tucumán, con Buenos Aires, aquellos tres campeonatos seguidos, yo veía cómo los respetaban los otros equipos. Y tal vez los chicos de ahora no se den cuenta pero pueden ser como ellos, una generación gloriosa”.

–Estos chicos han ganado su primer Argentino, ¿pensás que pueden ser como aquellos?


–Sí, creo que sí. Hay chicos con mucha personalidad, que es lo más importante. Yo estoy siguiendo mucho a los forwards y hay grandes jugadores. “Ro” María, Fortuna, hay tres terceras líneas de Tala que tienen físicos internacionales, Pancho (Panessi) está muy bien también. Bruno está muy bien. Y después hay tres cuartos muy grandes. Es increíble.

29 tests. Alejandro Allub jugó 29 tests matches con Los Pumas. Es el cordobés que más veces vistió la camiseta argentina.



Mundo Deportivo

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