lunes, 1 de febrero de 2010

La razones de Porfirio


Nadie desconoce la trayectoria de un gran dirigente como Porfirio Carreras , que logró restablecer la trayectoria de la Unión Argentina, luego de las vicisitudes pasadas hace pocos años. Todos festejamos alborozados los últimos logros, entre ellos los pasos fundamentales para insertar a nuestro rugby en el contexto mundial en forma definitiva. El notable hombre de Alumni, explicó a su club las razones de lo emprendido. Es irrebatible.
Dice Porfirio Carreras

“Desde hace muchos años en nuestra familia de rugby se discute el tema del amateurismo versus profesionalismo. Esta discusión se ha hecho mas concreta y profunda a partir de los cambios que nos propone el mundo exterior a raíz de la decisión de abrir el juego al profesionalismo.
La necesidad de mantener el nivel de competitividad de nuestro seleccionado nacional nos está obligando a una convivencia entre los dos mundos. Nadie formado en el rugby amateur puede desconocer las virtudes de su escuela de vida. Se han escrito páginas memorables en ese sentido. Nadie lo quiere destruir, todos lo queremos preservar de la mejor forma posible, no solo por filosofía sino también porque se necesitan mutuamente.
Pero si la decisión es participar en el otro mundo no queda otra vía que adoptar similares esquemas de comportamiento y desarrollo. Creo que esa decisión ya ha sido tomada hace bastante tiempo y sin mayores voces que la contradigan. Si no fuera así no hubiéramos admitido que nuestros jugadores profesionales integren la Selección Nacional y todo bien, nos hubiéramos quedado fuera de esa competencia profesional y obviamente el tercer puesto del último mundial no hubiera sido posible. Lo que queda entonces por resolver es como hacemos para que esa convivencia sea lo menos traumática posible. Y digo convivencia porque si los dos mundos son reales y los participantes se forman en uno y acceden al otro, es imposible separarlos en forma total. En algún lado se van a tocar y se deben comunicar.
Se trata entonces de encontrar el modelo de un círculo virtuoso que aproveche los beneficios que aporta el uno para el desarrollo y fortalecimiento del otro sin alterar su sustancia formativa. Nadie puede desconocer que uno produce la mayor difusión y los recursos económicos y el otro la base de su sustentación en recursos humanos y valores formativos.

El problema del modelo profesional argentino
Dijimos que queremos participar y de la forma mas competitiva posible. Pues bien, desde ya hace muchos años venimos pidiendo a la comunidad internacional poder participar en una competencia estable que incremente los 6 partidos que juega la Argentina anualmente a los 12 que disputan los primeros países. Esto obviamente la acercará aún más en su rendimiento a esos países y a la vez le permitirá incrementar sus recursos en forma importante.
Pero nuestro actual modelo de formar jugadores amateurs para que hagan el “Master” gratis (para la UAR) del profesionalismo en Europa es altamente dependiente e inestable ya que se sostiene en la medida que los clubes de Europa sigan requiriendo nuestros jugadores. Cada año será mas difícil ya que los clubes Ingleses y Franceses vienen dictando medidas limitando las contrataciones de extranjeros no formados en sus países de origen por razones obvias (desarrollan menos nativos y sus selecciones se debilitan). Francia ha establecido en forma creciente hasta 2011 un cupo total de hasta 30% de extranjeros e Inglaterra solo admitirá los extranjeros que hayan jugado varios Test para sus países de origen. Por eso este año ha regresado el doble de los que se han ido. Ellos buscan que haya un saludable equilibrio entre formar sus jugadores y a la vez hacerlos competir con los mejores, asegurándose así un gran nivel y además un producto comercial muy atractivo. Lo pueden hacer porque su mercado interno lo permite. Además este modelo de tener jugadores en el hemisferio norte limita enormemente la posibilidad de competir como lo hacen las otras 9 potencias del mundo dado que no nos permite participar en el torneo mas importante del hemisferio sur (Tri Nations) porque los clubes europeos no los liberan para los meses en que se disputa.
Luego del mundial del 2007 se realizó un foro mundial en la ciudad Inglesa de Woking, donde se nos señaló que Argentina debía competir con los países del sur y que las puertas para ingresar a las competencias del hemisferio norte estaban cerradas.
A partir de allí la UAR se comprometió a hacer los cambios necesarios con la ayuda de la comunidad internacional (IRB y Sanzar) y ha diseñado un plan de inserción que creemos posible y a la vez el que mejor se adapta a nuestras realidades. Este plan ha merecido que Argentina sea finalmente invitada a participar en el torneo del Tri Nations.

El nuevo modelo
El modelo al que aspiramos es que nuestros jugadores terminen integrándose a las competencias del Hemisferio Sur. Es decir que en lugar de ir al norte jueguen en el sur. Esto permitirá que podamos solucionar el tema de la disponibilidad de los mejores jugadores para el futuro Cuatro Naciones.
Esto requiere de una etapa de transición de al menos tres años, hasta el 2012 tal como la UAR lo requirió. Durante ese tiempo debemos desarrollar un team en el País pero compitiendo crecientemente fuere de él. Por ello, entre otras competencias, este año se irá a jugar la Vodacom Cup durante dos meses y medio a Sudáfrica.
Mientras tanto se negociará con los clubes de Europa donde queden nuestros mejores jugadores para que a partir del 2012 los liberen para los meses de Septiembre y Octubre, cuando se juegue la nueva competencia del Cuatro Naciones.
A su vez, los tres Países del Hemisferio sur están dispuestos abrir sus equipos del Super Rugby y en el caso de Sud África, también de sus torneos internos, para que nuestros jugadores se incorporen a ellos.
Si esto finalmente resulta, es probable que haya muchos jugadores argentinos diseminados en los equipos del sur y que nosotros podamos disponer de un equipo con sede en Argentina que juegue afuera ya sea torneos como la Vodacon o Currie Cup. No hay que descartar que algunos jugadores Top de la Argentina sigan en el norte por la diferencia de paga, pero precisamente ellos serán los que estén en mejores condiciones de negociar individualmente con esos clubes su liberación para los meses del Cuatro Naciones.

El conflicto del nuevo modelo para los clubes de Buenos Aires
El Plan de Alto Rendimiento y la separación de los jugadores afectados al plan. La separación tajante de los dos juegos (Amateur y Profesional) se puede dar únicamente como HIPÓTESIS IDEAL si, a) tenemos competencia Profesional en el País, o b) TODOS nuestros jugadores sean contratados afuera por terceros, como “casi” ocurrió durante algunos años previos al del 2007, donde solo cuatro jugadores eran del medio local y cobraban viáticos por entrenarse mas y mejor y JUGABAN EN SUS CLUBES (caso Agulla, Vernet, Losada y Serra), c) La UAR disponga de otro grupo de jugadores para torneos fuera del País y/o amistosos como este año, que ocupen toda la temporada.
Puede ser que si logramos a partir del 2012 que el plan funcione, la separación finalmente termine sucediendo en forma total. Por ello el tiempo que pidió la UAR para esta transición.
Pero en cualquiera de esos tres supuestos, la separación nunca es absoluta, siempre van a seguir existiendo jugadores que van y vienen del sistema. Y hay un período de preparación o de reciclaje, desde que es seleccionado para ingresar al Centro de Alto Rendimiento hasta que finalmente termina siendo profesional, que debe tener una solución que no lo excluya del rugby de Club, precisamente porque aún no puede considerarse un profesional. Lo que no debemos perder de vista es que hay dos realidades que hacer funcionar sin que se perjudique una con la otra. Si es que queremos tener las dos, porque el tema se simplifica si no participamos del mundo internacional competitivo. Esa es también otra opción válida.
El muro de separación ideal no es posible porque las dos realidades existen y queremos que existan. Como dijimos, de alguna forma deben comunicarse sin agredirse.
Como todo Plan debe amoldarse a la situación global reinante que por supuesto es muy cambiante y por ello hay que estar monitoreando el proceso todo el tiempo para hacer las correcciones que sean necesarias.
El Plan de Alto rendimiento es muy necesario por varias razones, a) permite tener un módulo de formación de jugadores controlado por la UAR para dar un razonable sustento a sus equipos internacionales a insertarse en el sur, b) Si lo analizamos desde el objetivo de la separación de los dos mundos, para cualquiera de las hipótesis ideales que conducen a esa separación entre Pro y Am, es necesario formar a ese jugador. c) Si no lo formamos bien, no va tener oportunidad de ingresar a esa estructura competitiva profesional y no va a ser requerido para jugar en los clubes del norte o los equipos del sur y de esta forma nuestro seleccionado perderá nivel en forma inmediata. No nos olvidemos que el mercado profesional internacional, se está restringiendo y hay además mayor competencia de jugadores de otros países y la proyección es que queden solo los mejores. Si esto ocurre, tendremos un problema mayor en cuanto a la resistida convivencia entre Pro y Am. Volverá a pasar lo que pasó hasta el mundial del 2007, donde teníamos a los Pumas cobrando viáticos y premios por jugar los 6 partidos anuales en el seleccionado, preparándose físicamente para estar a la altura requerida y jugando todo el año en sus clubes. Con Pladar o sin Pladar, un jugador para llegar a la selección necesita un entrenamiento físico y de destrezas que lo ponga en ese nivel, siempre ha sido así, desde los Pumas del 65.

El otro modelo profesional
La competencia profesional interna.
Muchos se ven tentados analizarla porque advierten que es una manera de separar en forma tajante los dos mundos.
La alternativa de crear una competencia profesional interna de cuatro o cinco equipos rentados como tienen varios países, fue analizada y se desechó por varios motivos.

1) Actual falta de mercado para sostener económicamente la competencia. Esto se debe a que al no existir otros países en nuestro entorno con posibilidad de competir al mismo nivel, no habría una competencia atractiva es decir falta el ¨buen producto¨ para ofrecer. Si observamos lo que pasa actualmente en el mundo, solo tres países pueden sostener una competencia profesional interna de muy buen nivel y auto sustentable (Francia, Inglaterra y Sudáfrica). Los otros países del norte que son comparables con el nuestro en cuanto a cantidad de jugadores, como Gales, Irlanda y Escocia tienen solo cuatro (4) equipos las dos primeras y dos (2) Escocia, PERO JUEGAN ENTRE ELLOS el torneo de la Celtic League, con una enorme ventaja desde el punto de vista de los costos de traslado y logística que hace posible su desarrollo, amén de que son economías mas fuertes y estables y pueblos con una gran tradición rugbistica. Aún así ese torneo no es suficientemente rentable y si esas Uniones no tuvieran el ingreso proveniente del Torneo de las Seis Naciones (el más rentable del mundo) no podrían sostener sus jugadores profesionales que los distribuyen en esos cuatro o dos equipos. Italia que es una economía del primer mundo, tiene un torneo profesional interno de menor nivel, por ello ha pedido incluir dos equipos en la Liga Celta, cosa que se ha concedido este año tratando de mejorar la competencia y hacerla así mas atractiva. En el Sur la situación no es muy distinta. Australia (desde este año) y Nueva Zelanda tienen cinco (5) equipos profesionales cada una que juegan el Super Rugby con los cinco de Sud Africa. Esta competencia les permite tener a un gran nivel a sus seleccionados para el Torneo del Tri Nations, pero es un torneo extremadamente caro por los gastos de traslado y el tiempo de adaptación de cada viaje. Si estos dos primeros Países no tuvieran el Tri Nations no podrían soportar la estructura profesional de sus selecciones ya que sus jugadores son contratados por la Unión y distribuidos en la cinco franquicias, al igual que en Gales, Irlanda y Escocia, y diferente a Francia e Inglaterra donde los jugadores pertenecen a los Clubes profesionales. Sud Africa es el único del Sur que tiene campeonatos internas de gran nivel y auto sustentables (Currie Cup y Vodacom Cup) y aún así necesita jugar con sus cinco equipos el Super Rugby con los otros dos Países.

2) Si hipotéticamente el producto fuera atractivo, habría que invertir tiempo y dinero, demandando varios años en crearse. Nuestra posibilidad y necesidad de inserción en una competencia estable a primer nivel se está buscando desde hace mucho tiempo y la oportunidad que se nos presenta es HOY. Por ello no creemos que la Unión deba focalizar sus recursos humanos para desarrollar un producto de dudosa rentabilidad, corriendo el riesgo empresario.

3) Crear el producto para hacer económicamente sustentable una competencia profesional interna terminaría por canalizar a ese torneo todo el dinero que hoy reciben algunos clubes amateurs de sus sponsors, debilitando de esta forma sus estructuras y con ello lo mas preciado que tenemos. Además seguramente terminaría restando interés a la competencia amateur actual, desalentando de esta forma la tarea de los voluntarios que sostienen a todos los clubes y mucho mas a los que no reciben dinero de los sponsors.

4) No menos importante que las anteriores razones es que compitiendo entre si, esos 200 jugadores profesionales no alcanzarían el nivel necesario para hacer competitivo nuestro seleccionado mayor. Esta es una de las principales razones por la cual a su vez no es económicamente atractiva.

5) La UAR tendría que sostener a esos 200 jugadores, cuando los demás países solo contratan a los 40 o 50 de su seleccionado mayor y las franquicias del sur o equipos en el norte se encargan de mantener el resto.

6) La mayor cantidad de jugadores involucrados aumentaría el problema de la separación entre los Pro y los Am al ser mayor el volumen del reciclaje.

La decisión de la URBA
La decisión de no dejar que los jugadores afectados al Plan de Alto Rendimiento a partir del año 2010 puedan jugar en sus clubes esta inspirada en la idea de separar lo mas posible y cuanto antes a los dos mundos, para proteger la estructura y la filosofía amateur de los clubes.
Cabe aclarar primeramente que en ningún caso el plan de la UAR propone que convivan ambas actividades dentro de un club.
Que quede claro que el modelo que busca la UAR es separarlo lo más posible y lo más rápido posible, pero hay una transición en el modelo que debemos admitir. Es el ¨precio a pagar¨ para aquellos que aún siguen pensando que se lesionan los principios y valores. Entonces la pregunta es: pueden 20 o 25 jugadores diseminados en sus clubes de origen que se están preparando para lograr acceder al rugby profesional dañar el rugby formativo? Realmente creemos que pueden?
Han hecho algún daño en este año de prueba? Porqué somos tan impacientes de no querer seguir probando por dos años mas? Si realmente pensamos que lo pueden dañar, entonces debe ser muy endeble nuestra formación de valores.
Porqué queremos impedirles que mientras se preparan puedan seguir conviviendo en nuestros clubes si precisamente allí se nutren de lo que consideramos lo mejor de la esencia del rugby?. Tenemos realmente miedo que nos cambie nuestra esencia? Es un valor reconocido en el mundo que nuestros jugadores profesionales transmiten un gran espíritu amateur por su compromiso con el juego. Porqué cuando terminan su contrato profesional quieren volver a su club con sus afectos y todos queremos que lo hagan y jueguen lo antes posible? Realmente hay algo muy contradictorio que a los jugadores les cuesta entender.
Está probado además que dos o tres jugadores en cada club no otorgan ninguna ventaja deportiva determinante y que la diferencia física, si la hay, no produce riesgo alguno. Esto no es de ahora. Así ha sido siempre, porque aún antes del profesionalismo, hubo muchos jugadores con una muy superior preparación física que los otros. La diferencia era mucho mayor que ahora en ese sentido.
Pero además no compartimos el argumento central. En efecto, si bien es cierto que el deporte amateur es en esencia una actividad lúdica y formativa de valores humanos, no lo es menos que en la cúspide del deporte amateur existen otras realidades que lo acercan considerablemente al deporte definido como espectáculo profesional. Es ni más ni menos que el natural instinto humano de superarse en la competencia, de medirse con los mejores y querer ganar. Por ello esa esencia de juego solo lúdico hoy en día existe solo en estado puro como un ideal que solo se practica en deportes ocasionales que no tienen organizada un competencia estable. Por su parte en el deporte como espectáculo también existen los códigos y valores del deporte como actividad lúdica. Cuando suena el silbato en un partido de la copa del mundo o en un torneo profesional, rigen las reglas del deporte, no del espectáculo. Y si los jugadores solo pensaran en el espectáculo que le brindan al público asistente o en la plata que ganan, a la larga o a la corta no obtendrían resultado alguno. Allí siguen rigiendo los valores humanos mas profundos que hacen a la pertenencia a un equipo con todo lo que ello significa. De muestra basta haber visto a nuestros Pumas en el último mundial. Quien puede pensar que fuimos exitosos sin haber cultivado profundamente esos valores que tanto pregonamos. No se divirtieron acaso? Cuando un jugador amateur formado en nuestra filosofía decide jugar profesionalmente, no lo impulsa el deseo de ganar plata, sino de medirse con los mejores, de llegar a ser el mejor. Esto es de la naturaleza humana. Es ni más ni menos que lo que siente cuando compite en nuestros torneos habituales. Es mas, si quisiéramos realmente preservar el rugby amateur en ese estado puro, deberíamos eliminar toda competencia y mucho más lo que representa el espectáculo que la URBA monta en las semifinales y finales. Es un mensaje absolutamente contradictorio ese montaje que se hace para hacer más competitiva e interesante la definición del torneo y así a la vez crear un producto apetecible para los sponsor con la noción del rugby solo lúdico. Los jugadores quieren competir y ganar y ser héroes en ese día tal como lo siente el profesional en sus torneos. Para ello se hace todo lo contrario al puro juego lúdico. Se preparan como profesionales y las instituciones que decimos preservar los incentivan para eso con cada vez mas estructuras profesionales de apoyo que en nada le tienen que envidiar a lo que hace la propia URBA cuando prepara sus seleccionados de mayores y menores y tampoco a la UAR con sus equipos. Cada Club competitivo tiene una especie de módulo Pladar en su estructura. Gimnasios de última generación, analistas de video y recetas de nutrición que les enseñan a estar cada vez mejor. Para todo ello los clubes preparan y venden su imagen para los sponsor y vuelcan el dinero obtenido a mejorar sus estructuras para darles mas confort a sus socios y competir mejor. Ello es porque quieren ser el mejor y si son exitosos en los resultados deportivos obtienen mas ingresos de los sponsors. Y si no hay sponsors hay siempre mecenas que sostienen la actividad para mejorar en el nivel del juego para ganar. Esto no ocurre por el Pladar, viene desde hace muchos años. Por todo ello los jugadores no perciben que exista diferencia sustancial entre los dos mundos, se divierten en los dos y ven absolutamente natural que convivan.
Consideran un absurdo que no se pueda pasar de uno al otro con naturalidad. El entrenador de su club le habla de lo mismo que el del seleccionado.
La parte técnica podrá o no ser mas sofisticada y detallista, pero también le hablan del respeto, la humildad, del compromiso, de la amistad, del juego de equipo, en fin de todos los valores que hacen a le esencia del juego. La pregunta es: han perdido por ello la filosofía que los inspira y queremos preservar? Creemos que no. Obviamente ha habido muchos cambios en el escenario mundial, pero la esencia no cambió. El rugby aún en su expresión mas profesional sigue siendo un deporte de respeto a los valores humanos. Eso es precisamente la imagen que transmitió al mundo el último mundial. Sus reglas lo han hecho un juego mucho mas limpio y leal que el que jugábamos nosotros. Recuerden los Test contra Francia en la década del 80 cuando el juego amateur era una batalla campal.
Algunos dirán que es para vender una mejor imagen y recaudar más. Aún admitiendo que sea únicamente para ese fin, el resultado es muy bueno. Lo mismo hacen los clubes amateurs para preservar su buena imagen. Lo hacen porque así DEBE SER y además porque el sponsor acompaña con su aporte a las instituciones o personas que expresan las virtudes que la sociedad reconoce como valiosas. Si no observen lo que está pasando con Tiger Woods.
No será entonces la hora de admitir que nosotros los dirigentes a lo largo de los años hemos formado a nuestros jugadores para que piensen y sientan así y ahora no los queremos entender y a veces ni siquiera escuchar porque nos incomoda a nuestra conciencia amateur?. No son esos sentimientos productos de la casualidad. Y no creamos tampoco que hayamos fracasado en la formación ética de los valores del rugby.
En ese sentido es muy elocuente el comportamiento ejemplar de nuestros jugadores y público en las finales del Top 14 de la URBA.
Cambio el escenario y si la decisión es participar en él debemos adaptarnos. Creo que ya lo hemos hecho. Falta solo admitirlo. Es mas, creemos que la gran mayoría de la gente de rugby ya lo admitió.
NO ESTAMOS DICIENDO QUE SON LA MISMA COSA, pero tampoco que están en las antípodas y mucho menos que los puntos de contacto puedan dañar la esencia del juego lúdico, precisamente porque el juego lúdico en estado puro pertenece al mundo abstracto y no a la realidad. Si la decisión es participar hay que buscar un modelo que de soluciones a los dos.
Es cierto que esto puede llevar a que los otros se preparen más aún. Pero esto ocurre por lo explicado antes. El espiral ascendente esta instalado desde siempre en nuestro modelo amateur. Esto esta íntimamente ligado a la competencia propuesta desde los menores en adelante. Hace a nuestra mas profunda idiosincrasia como personas y como sociedad. Si las Uniones no organizaran campeonatos no sería atractiva la propuesta de acercarse al juego.
Los Argentinos somos muy competitivos y no jugamos solo por jugar!!. Y no estoy hablando de dinero. Este es nuestro instinto natural que se refleja claramente en el deporte. Esto no quiere decir que perdamos nuestros valores formativos y que admitamos ganar a cualquier precio. Por ello a pesar de nuestras carencias de estructuras y presupuesto, a veces obtenemos resultados heroicos que nos acercan a las potencias del mundo.
Por eso la decisión de los clubes de la URBA es negadora de la realidad que ellos mismos forjaron. Es muy comprensible y también de la naturaleza humana que se tenga miedo a los cambios. Es lógico y razonable que los dirigentes se sientan inclinados inicialmente a impedir todo cambio que consideren lesivo. LO DEBEN HACER. Es la primera saludable reacción. El tema es que no nos hemos dado cuenta que el cambio ya se produjo en la gran mayoría de la gente que sigue a este deporte. Es tiempo de volver a analizar las cosas con más detenimiento, máxime luego de haber probado que el presunto veneno no es tal.
El tema es que este sistema del Pladar NI SIQUIERA ES UN CAMBIO, porque lo venimos haciendo desde hace mucho tiempo, solo que ahora mucho mas eficiente y formal.
De lo contrario la medida producirá y esta produciendo además una serie de contradicciones de muy difícil explicación, y por lo tanto difícil de sostener. En efecto, si por hipótesis no existiera el Pladar y tuviéramos como hoy tenemos y tuvimos 9 o 10 jugadores de los Pumas viviendo en el País (hubo 9 en la última ventana de noviembre), cobrando los viáticos y premios por jugar los 6 partidos anuales, ellos sí podrían jugar en sus clubes. Es mas le deberíamos decir entonces que no se entrenen tanto para poder jugar en los Pumas. En cambio un jugador que recibe una módica beca para entrenarse con miras a poder acceder a un segundo equipo no lo puede hacer. Como se explica??
La URBA ahora ha decidido que presentará un equipo de jugadores que no integran el Pladar para jugar el Campeonato Argentino de Uniones contra equipos que sí presentarán esos jugadores. Como, no es que es peligroso?
El tema es que deberíamos reconsiderar lo que se entiende por un jugador profesional. Nuestra Ley Nacional del Deporte 20.655, en su artículo 5 crea el Programa de Becas Deportivas, cuyo artículo 1 dice: “Créase el programa de becas deportivas con destino específico a la capacitación, adiestramiento y preparación de deportistas, técnicos, y personal de apoyo que integren equipos representativos nacionales de DISCIPLINAS AMATEURS y que compitan para dichos seleccionados en competencias de alto rendimiento de carácter internacional……….¨.
Esta previendo entonces que un deportista amateur pueda recibir una ayuda económica para entrenarse para competir en el alto rendimiento sin convertirse en un profesional.
Este régimen es el que se aplica a nuestros jugadores del Pladar y la AFIP en un dictamen vinculante solicitado al efecto, ha dicho que estos jugadores no se pueden considerar profesionales y por ende no se le deben hacer aportes provisionales por las becas que perciben.
Este es por otra parte el régimen que tienen desde hace muchos años las jugadoras de hockey (Las Leonas) que juegan en varios de nuestros clubes y nadie dijo que fueran profesionales.
A estos jugadores además se los estimula a que estudien mediante las becas universitarias que se les proveen para facilitarles el acceso y entiendan que la mayor dedicación al juego de alto rendimiento no puede ser en desmedro de su formación personal.
No habrá que considerar entonces que se es “profesional del deporte” cuando se hace de ello su actividad principal y habitual y se percibe lo suficiente para sostenerse?
Por último creemos que la reacción tan en contra de los clubes se debió fundamentalmente a que la UAR dio a conocer el régimen de alto rendimiento sin haberlo consultado previamente con ellos y lo tomaron como un avasallamiento a su poder de control sobre el juego y los jugadores.
Por más que fue explicado por la UAR en muchas ocasiones les cayó mal y muy intempestivo. Debemos reconocer que pudo haber errores de la UAR en ese sentido. No fue su intención sorprender ni hubo mala fe.
Lo que pasa es que el régimen no es nada nuevo sino solo puesto en blanco y negro, es decir mas eficiente y formal que lo que se venía haciendo desde hace mas de 10 años, de allí que no se pensó en que traería tantos problemas. Creemos que la decisión debería reconsiderarse a la luz de lo que ha pasado este año y permitir una transición hasta el 2012 fecha en que estaremos en mejores condiciones de evaluar los resultados.

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