
All Blacks se quedaron sin su entrenador de kicks, Mick Byrne, quien aceptó una jugosa oferta para unirse al seleccionado nipón como coach de los forwards.
La movida viene dando vueltas por las oficinas de la New Zealand Rugby Union, pero recién se confirmó este martes.
Byrne, que acompaña a los kiwis desde 2005, tiene un rico historial en el rugby. Trabajó con los Wallabies en la RWC 1999, luego estuvo en los Brumbies y fue consultor en los Springboks en 2001 y 2002. Después pasó por Escocia, el Saracens y finalmente recaló en los All Blacks.
Su trabajó en el seleccionado de Graham Henry no es sólo el de enseñar las destrezas de un buen pateador, sino también la recepción de los kicks a cargar.
"Disfruté mucho mi tiempo con los jugadores y entrenadores de Nueva Zelanda. Pero tengo como objetivo desarrollar mi carrera como entrenador y en Japón me dieron una gran oportunidad. Estoy muy contento por eso", explicó Byrne, que ahora trabajará codo a codo con John Kirwan.
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