jueves, 26 de febrero de 2009

NUEVA VICTORIA DE LOS BABY BOKS


Fue goleada. Amplia. Pero también fue una sensación de satisfacción para los juveniles uruguayos, que sentados en la plaza de entrada al Campos, 20 minutos después de terminado el partido, compartían anécdotas y mostraban machucones, con la tranquilidad del deber cumplido.

Sudáfrica ganó 54-3. Demostró todas las diferencias que hay entre un rugby superprofesional y otro 100% amateur. Aún jugando un mal partido, con muchísimas imprecisiones y errores, a los sudafricanos les alcanzó para apoyar ocho tries y no recibir ninguno.

Pero el rugby es un deporte especial. Y a pesar de todos esos pesares, los celestes hicieron un buen partido. Tacklearon como leones, y resistieron defendiendo ante un equipo que los superaba en tamaño, en velocidad y en técnica. Asfixiados en sus últimos metros, se mantuvieron firmes y por varios minutos consiguieron mantener el ingoal en cero. Y así, se fueron con una tranquilizadora sensación de deber cumplido.

Los primos 20 minutos fueron, por lejos, los mejores de Los Teritos. Allí funcionó el esquema de poner la pelota lejos para no desgastar a los forwards cerca del ingoal. Las patadas surtieron efecto y liberaron de presión a los celestes. Arriba se tackleó bien, y se obligó a varios knocks on al rival (fueron decenas en todo el partido), que empezaba a demostrar que sus jugadores recién estaban empezando a conocerse. Pero además, a partir de un line que funcionó mucho mejor de lo esperado teniendo en cuenta los tamaños de uno y otro, se pudo lanzar a los backs a través de Albanell, con un par de salteos que permitieron a los celestes ganar la línea de la ventaja.

Así, a partir de un line y luego una buena presión de los forwards, llegó el pase atrás y la conversión del colorado número 10, para ponerse arriba 3-0 a los 6 minutos del primer tiempo. Y lo mejor era que el resultado no estaba demasiado lejos de lo que había sido el partido.

Pero claro, es Sudáfrica. Aunque les falten los siete mejores jugadores. A pesar de que esté buscando el mejor equipo para enfrentar a Los Pumas. Y con eso le alcanzó para ir llevando a los celestes cada vez más adentro. Lastimando con velocidad y apoyo al portador. Cometiendo errores de pase, pero presionando en el scrum uruguayo para robar, o para que el equipo de Grundwalt y Mendaro nunca saliera tranquilo. Y así, poco a poco, empezó a arrinconarlo. Primero fue el try a los 12, apretando por el medio y abriendo a la punta para generar el desequilibrio. Luego fue el 8 levantándose del scrum, para abrir con el 10 y este con el 9, que se iba al ingoal y dejaba a los celestes como postes. Luego fue otro a partir de un line, y el cuarto desde el scrum para cerrar 26-3 el primer tiempo.

El complemento tuvo cosas muy similares, aunque ya casi sin capacidad para que Los Teritos salieran del fondo. Los Springboks pegaron pronto, a los ocho, y mostraron cada vez más dominio. Porque le tomaron los puntos a los celestes, y ya no se dejaron sorprender con salteos, y porque las salidas con el pie desde el fondo local ya no tuvieron la misma eficacia. Muchas de las patadas no se iban al line, y las piernas ya no daban para salir a presionar con la fuerza del primer tiempo. Así, a los 20 minutos del segundo tiempo, el partido se transformó en un frontón. Pero aún con Uruguay metido dentro de sus 22, la defensa se la jugó toda e impidió durante un largo rato el try rival. Finalmente llegó cuando los sudafricanos abdicaron de sus inútiles intentos por adentro, y abrieron a la punta para que Seabela apoyara contra la bandera el 40-7.

Quedaban poco más de 15 y había que seguir defendiendo, con un desgaste importante. Porque a pesar que los sudafricanos cometían muchos penales, la salidas desde el fondo con el pie no daban el respiro necesario, y porque, aunque los sudafricanos se equivocaban una y otra vez en el juego de manos, luego llevaban hacia atrás a los celestes en el scrum, para volver a tener posesión. Allí el faro celeste fue el line, que al menos no permitió que la pelota fuese siempre de los verdes.

Esa superioridad en el scrum llevó a que el rival aprovechara un erro táctico al encontrar el hueco por el lado ciego de la formción, para apoyar el séptimo try. Era casi lo último de los visitantes, porque en el final Uruguay se animó y a al menos consiguió poner la pelota en cancha rival. Hasta que en un contragolpe, a Seabela le alcanzó con poner primera para superar a sus marcadores y correr con la libertad que, bueno es reconocerlo, no tuvieron en los tres cuartos sudafricanos no tuvieron en todo el partido.

Al final fue 54-7. Y a pesar de ser goleada, y ser 8 tries a cero, es un buen resultado para un equipo que aún está duro por la pretemporada. Los chicos se sacaron el chucho bien entendido de jugar contra un grande, y demostraron que el desafío físico se puede enfrentar dignamente. Y por eso la satisfacción afuera del estadio, sabiendo que tuvieron un desafío de los duros de verdad, y que supieron enfrentarlo.

Rugby News Uruguay

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