viernes, 20 de febrero de 2009
La Rosa... negra
clima no es el mejor en Inglaterra, y no me refiero a la peor tormenta de nieve en los últimos veinte años en el Reino Unido. El seleccionado de rugby no encuentra su rumbo, ni su juego, y el malestar crece entre la prensa y los fanáticos. De todas formas, esto no es un problema reciente. Desde la obtención de la Copa del Mundo en Australia, en el ahora lejano 2003, que Inglaterra no conformar un plantel que desempeñe el juego esperado y pretendido. Disputó la final del último Mundial, en Francia, pero aquel equipo no despertó gran entusiasmo. Varias cabezas rodaron y jugadores emblema se retiraron de la actividad.
Martin Johnson asumió el cargo de Director de Rugby en julio de 2008, con la promesa de una evolución en el juego y una renovación en el plantel, convocando jugadores jóvenes con proyección. Para ello sumo a su equipo al australiano Brian Smith, quien está a cargo del juego de ataque inglés.
Inglaterra necesitaba de un héroe, de un líder como Johnny Wilkinson, y esa responsabilidad recayó en el joven Danny Cipriano, de London Wasps. Un peso muy grande para un jugador de sólo 21 años.
Sin embargo, los Tests de otoño vieron a Inglaterra caer en forma humillante contra Sudáfrica y Nueva Zelanda. Y los ruidos no tardaron en aparecer. Si bien el juego de Cipriani no estuvo a la altura de las expectativas, la prensa que tanto amor le había dado, lo maltrató como a nadie, y para este Seis Naciones fue marginado del plantel. En su lugar fue convocado el desterrado y nunca un favorito de la despiadada prensa inglesa, Andy Goode, quien actualmente juega en el Brive francés.
Disputadas dos fechas del Seis Naciones, Inglaterra no convence con su juego que, a diferencia de lo esperado es, según el periodismo, chato y sin ideas. A veces utiliza en exceso la patada en lugar de desplegar un juego dinámico, cuando la realidad indica que posee los jugadores para hacerlo. La gente se impacienta y comienza a cuestionar a Johnson y a Smith. El sitio Rugbyplanet fue muy duro al declarar que, a pesar de que el resto de los equipos ha sorprendido con buen juego y nuevas ideas, Inglaterra parece encadenado a un pasado que no la deja progresar. Agrega, además, que fue tal vez un error el despido del antiguo Head Coach, Brian Ashton, quien tiene unas modernas e interesantes ideas sobre el juego.
Algo que preocupa mucho a la Rugby Football Union por estos días es el éxodo de sus jugadores de elite al rugby francés. Entre ellos los forwards James Haskell y Tom Palmer, contratados para la próxima temporada por el Stade Francais. A estos se le suma la ida de Riki Flutey de Wasps, para incorporarse a Brive . Los clubes ingleses son limitados con un presupuesto anual de cuatro millones de libras. En cambio en Francia no existe limitación tal. Además, con la devaluación de la Libra en Inglaterra, Francia se ha vuelto un destino muy atractivo.
El 27 de febrero Irlanda recibirá a Inglaterra en el Crooke Park, de Dublin. Será la oportunidad de los locales de dar un paso más hacia la conquista del torneo y el Grand Slam. Para los Ingleses, un triunfo puede significar mucho. La chance de anotarse en la lucha por el título, pero también la de despejar esos nubarrones para ver un poco de luz.
Tomás de Vedia
Jugador del London Irish y de Los Pumas
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