Una derrota más, esta vez ante Rusia por 20-38, en Madrid, dejó a España más cerca de luchar por evitar el descenso a la tercera categoría del rugby europeo que de lograr una plaza para el Mundial de Nueva Zelanda 2011.
La selección que dirige el inglés Ged Glynn, que no seguirá la temporada que viene, no pudo jugar en Rumania hace una semana por el hielo que había sobre el campo de Bucarest y este sábado perdió su primer encuentro del año, que la deja prácticamente descartada para la Copa del Mundo.
Los rusos, poco a poco, se impusieron a los españoles en todas las fases del juego, y en la segunda parte, aprovechando su bajón físico, les dieron la puntilla.
La selección española cayó con dignidad y dio mejor imagen que en otras ocasiones, pero hoy en el deporte de elite es necesario algo más que voluntarismo y amor propio.
España dio réplica a Rusia en la primera parte, incluso, se puso por delante con un penal de Gratton en el minuto 7. Pero dos tries de Gresev y de Klyuschnikov le dieron la ventaja a los rusos.
El ataque de la selección española fue mejor que en otros partidos, Ignacio Martín, López, Gratton y el pack de forwards paró a los rusos y les dejó claro que si querían ganar esta tarde no lo iban a tener fácil. Les enseñó los dientes desde el primer minuto.
A pesar de la lesión de Feijóo, sustituido por Pardo, en el minuto 38, España llegó viva al descanso (20-13), y después de haber regalado el primer try, desperdiciado nueve puntos entre Sempere y Gratton con sendos fallos en un drop y dos penales, y cometer un golpe postrero frente a palos en el minuto 40.
Martín apoyópara los locales nada más reanudarse el encuentro, y la posterior conversión de Gratton, que pasó una patada muy difícil y esquinada, acercó a España a tres puntos (23-20), pero Kushnarev con un penal, un try, aprovechando otro regalo defensivo de sus rivales, y una conversión sentenció (20-33) al "XV del León" a 15 minutos para el final. Todo ello acompañado con el tradicional bajón físico de los españoles en la segunda parte.
A falta de cuatro jornadas, España tendría que ganar todos sus partidos para tener opciones de viajar a Nueva Zelanda el año que viene a disputar el que sería el segundo Mundial de su historia. En este campeonato bianual sólo ha ganado a Alemania, con la que jugará la última jornada. Probablemente, lo hará para evitar el descenso.
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