"Venir acá fue una elección de vida"

El cordobés, Lucas Paschini, ya se encuentra en el Venezia italiano y, obvio, conversó con Rugby Fun. ¿De qué? De su pasado Pumita, de su futuro y, además, contó su elogiable historia de vida. “A pesar de que mi viejo quedó cuadriplégico por jugar al rugby, mi familia siempre me acompañó”, dijo.




Para la mayoría de la prensa especializada de Córdoba, Lucas Paschini fue la revelación de la temporada 2008. El tercera línea de La Tablada, que tuvo pasado Pumita, se bañó en aplausos y, por su buen nivel, terminó siendo contratado por Casino di Venezia, equipo del Super 10 italiano.
Siéntese en su sillón preferido, acerque la compu, y zambúllase en la historia de este chico de 20 años, que tiene una historia de vida más que interesante.
¿Tu paso por los Pumitas te dejó un gustito medio amargo?
No, bah, qué sé yo. En ese momento era la camada en la que cambiaban a los M18-M19 y M19-M20. La primera vuelta no llegué porque estaba cansado, tenía pubalgia, y quedé afuera. Y en la segunda estuve en todos los trials, gané el Veco Villegas con mi club, y me dejaron afuera en la última citación. Pero después uno se bajó y convocaron a otro de Buenos Aires que nunca había estado con el grupo.

Tenés doble ciudadanía, sos joven, ¿tenés claro que los dirigentes de la Federación italiana te van a estar marcando de cerca?
Sí, no sé, uno siempre fantasea con jugar en los Pumas, pero ahora voy a seguir haciendo bien la cosas acá y, si me dan una oportunidad en cualquier lado, la analizaré, aunque es complicado. La verdad es que me gustaría jugar para la Argentina y no para Italia, pero si no se da… tendré que optar por mejorar mi nivel y aceptar la convocatoria en donde me den la oportunidad.
Cuando llegaste a Venezia te mandaron a jugar con los juveniles, ¿cómo te cayó?
No llegué en mi mejor momento, porque lo hice dos meses después de haber terminado la temporada y estaba medio relajado física y mentalmente. Me hicieron jugar ahí, que fue como jugar en la Pre de mi club, y no me gustó para nada.
Pero no duró demasiado…
Duró dos partidos. Bien, qué sé yo. Hice un par de tries, me divertí con la gente… pero no era lo que esperaba en mi experiencia en el rugby internacional.
Ahora ya jugaste en la Copa Italia…
Sí, está bueno, jugar la Copa te hace crecer más. Antes, además de estar con los juveniles, estuve jugando muchos amistosos, pero me bajoneaba el tema de no jugar oficialmente.

¿No serás medio ansioso? Tenés sólo 20 años…
Sí, está bien, tengo 20 años, pero hay chicos de 18 ó 19 que juegan en el Súper 14. Obviamente no soy de ese tipo, porque sino estaría mucho más arriba, pero lo que quiero decir que es teniendo 20 me puedo bancar la presión. Creo que la edad no tiene mucho que ver.
A pesar de lo que le sucedió a tu papá, tu familia siempre te apoyó con el rugby y no te transmitió ninguna clase de miedos…
Mi viejo quedó cuadripléjico cuando tenía 17 años. Es más, cuando yo nací ya estaba en una silla de ruedas, pero nunca lo miré desde el punto de vista que estaba ahí por haber jugado al rugby.
¿Cuándo empezás tu historia con el rugby?
A los 14 años, pero no me gustaba tanto. Después le fui agarrando el gustito y mi familia me bancó siempre, aunque sabía que tenía prohibido jugar de primera línea. Por suerte, nunca me lo ofrecieron.
Ahora que llegaste al rugby profesional, tus viejos deben estar orgullosos…
Lo único que quiero es que mis viejos estén orgullosos, pero todo esto lo hago por mí. Pensá que dejé de estudiar agronomía para venir acá, y esa es una elección de vida.
¿Hasta cuándo tenés contrato con el club?
Por esta temporada y la otra. El club no está bien económicamente, así que el año que viene se verá. Pero si a los 23 ó 24 sigo en la misma, ahí volvería a la Argentina a terminar de estudiar. Pero todavía falta para eso, y puede pasar cualquier cosa.