Tercer Tiempo viene reclamando desde que se conocieron las nuevas normas a cumplir para obtener el apto médico, que alguien (dirigentes) hagan algo ante el excesivo costo de los estudios a realizar lo que podrían provocar muchas deserciones de jugadores, sobre todo en poblaciones pequeñas. Ahora en la gran urbe parecen haberse acordado al comenzar los torneos de las categorías superiores mas relegados. Hay estudios "no necesarios".
Desde enero pasado, Tercer Tiempo viene reclamando para que se haga algo al respecto, haciendo la salvedad que estamos de acuerdo en todo lo que se pueda hacer para prevenir riesgos. En estos días una publicación en La Nación de Buenos Aires, señala lo siguiente. Según los médicos, los nuevos estudios no garantizan que disminuya el riesgo. La nueva política de prevención de la URBA (en realidad es la UAR) dejó al descubierto el problema económico de varios clubes y es una amenaza latente para que muchos jugadores abandonen el rugby. En el comienzo de la actividad en el Grupo III y IV de Buenos Aires, aproximadamente unos 50 jugadores no pudieron participar por no cumplir en tiempo y forma con el apto médico, de acuerdo con la información que ofreció un dirigente de la URBA. El estudio tiene un costo de 250 a 300 pesos y es obligatorio para poder jugar. Debido al incumplimiento y al pedido de la mayoría de los clubes, Buenos Aires extendió el plazo de presentación hasta el 30 de abril próximo. (NDR: La UAR dice que nadie puede jugar sin apto médico). Hay instituciones que están apelando a fuentes de autofinanciamiento para no perder jugadores. "Ni el Comité Olímpico Internacional ni la NBA exigen semejantes estudios. En el camino a la profesionalización se le está soltando la mano a la mayoría de los jugadores. Como barato, el estudio puede costar 300 pesos. Por eso hay muchos clubes, sobre todo del conurbano bonaerense, que no pueden pagarlo. Y en el interior la situación es todavía peor. Mientras que el presidente de la IRB Lapasset viene con 8 millones de dólares, hay 5.000 chicos que están por quedarse sin poder jugar. Están atentando contra el rugby amateur por focalizarse en un grupo de jugadores para exportar", criticó Marcos Julianes, presidente de Virreyes. El club de San Fernando logró un convenio, a través del Conicet, con el hospital Durand, donde se realizaron los estudios los 450 jugadores activos que tiene el club.Tercer Tiempo lo dice desde hace dos meses sin respuestas de las autoridades. Es bueno que un medio prestigioso de Buenos Aires, se ocupe ahora del tema. Nosotros, lamentablemente, no conseguimos que nadie se interesara, salvo algunos clubes (muy pocos) que lograron hacer convenios particulares, con clínicas, sanatorios y hasta dispensarios, para la atención de sus jugadores.
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