La UAR dispuso para esta temporada que todos los jugadores fichados del país, presenten un apto médico que reune una serie de requisitos, que si bien son importantes, también conlleva un costo elevado que no todos podrán hacer frente. Es indudable que la seguridad y las lesiones ocurridas han llevado a tomar esta medida, necesaria por cierto, pero difícil de afrontar por lo que significa económicamente.Los items planteados por el nuevo EPC (Evaluación Pre Competitiva) son:Analísis clínico general (estaba en vigencia) Electrocardiograma (estaba en vigencia) Ergometría o test de esfuerzo Analísis completo de sangre y orina. Radiografía de tórax Radiografía de las cervicales (canal medular)
A partir de allí se ha desatado el problema. Si bien no se objeta la realización del mismo, queda claro que los costos superan las expectativas económicas de muchos jugadores en toda la Argentina, tengan o no obra social.
De allí entonces que han comenzado a escucharse voces desde diferentes ámbitos, requiriendo una revisión del tema que permita de alguna manera hacer frente económicamente a una exigencia justa y necesaria a todas luces, pero que debería tener un enfoque solidario desde la dirigencia del rugby argentino, para poder cumplir con este nuevo apto médico. Caso contrario, no sería extraño que muchos jugadores decidan dejar de jugar, haciendo trizas el anhelo de muchos de lograr una masificación de este juego ampliando la base de la pirámide. Por este camino el rugby quedaría reservado para una elite que puede pagar y eso significa achicar.
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