Por suerte hay gente que piensa y no escatima en decirlo, con la sabiduría de los años, el trajín del trabajo sin pausa y una espalda ancha, muy ancha. “Soy Cacho Valdez y escribo lo que escribo, sin orden y a puro “dedo” lo que va saliendo del adentro, llámese cabeza o corazón. Vos ve. Es martes 3 de marzo”, nos dice este querido amigo tucumano al que no le tiembla el pulso porque sabe que lo suyo es real, palpable, es la realidad.
Esto nos dice Cacho ValdézPongámosle título a lo que sigue: ¿es que en realidad podemos?. Es que se trata de acontecimientos deportivo-sociales, que están conmoviendo las estructuras aceleradamente, tanto que detenerse a pensar implica una aparente pérdida de tiempo, ya que al instante que sigue al ya, una novedad no deseada o jamás imaginada acontece. Por este introito así expresado, parecería que obliga a quienes estamos pensando en lograr soluciones, a reconocer cuál es la realidad y cómo es la sociedad, esta sociedad nuestra, pero hoy, no ayer ya sea que éste vocablo quiera significar el día que antecede o los lejanos ayeres de una época que fue. Porque tenemos que aceptar que cada sujeto (la sociedad) no se quedó contemplando el desarrollo de la vida, según un sentimiento o un recuerdo “la belleza de antaño”, todo lo contrario, se ha movido y anduvo y continúa haciéndolo incesantemente, provocando cambios asombrosos, sorpresivos, tales que los mayores nos quedamos sin respuestas y casi sin tiempos para elaborar un pensamiento verdaderamente útil. Particularmente advierto que se ha registrado una supremacía notoria de un mundo subjetivo, que por sus características super libertarias, lo camina como si la leyes o normas que hacen a la convivencia pacífica y agradable, no existieran; y que se las hubiera transferido al otro mundo, al objetivo, que es al fin y al cabo, el que nos muestra la realidad, una realidad que no gusta, porque en ese traspaso, olvidó traer consigo el valor de la ética. En la dirigencia de nuestra Unión de Tucumán, implica Consejo Directivo y la totalidad de los Clubes, se produjo una sensible ruptura, que, en realidad, tenía que ocurrir tarde o temprano, porque el fastidio, la sinrazón, la incomprensión y demás calificativos que hacen daño y minan las relaciones, tiene una edad de aproximadamente diez años, lapso en el que no supimos advertir que la situación se desbordaba, para llegar hoy, a vivir un indeseado momento. Alguien piensa que es un momento crítico y ello es probable, aunque por mi experiencia de vida en el medio, no exenta de un profundo deseo de superación real de los problemas y de la ausencia del escepticismo en mi dialéctica, aseguro que hemos de superarlo. Algunos indiciosEn el torneo organizado por Bajo Hondo, estuvieron jugando todos los clubes tucumanos. Me dirán, qué tiene de raro. Responderé, por ejemplo, que una vez más, el deporte y sus jugadores mostraron que: 1) el juego no muere a pesar de cualquier eventualidad, 2) Que si cada quién hace lo suyo, y ellos lo demostraron, haciendo lo propio, nada podrá oponerse al destino mejor, 3) Aunque con cierto recelo, los dirigentes que asistieron al torneo, no escatimaron saludos y comentarios propios de la situación, aunque a la hora de los partidos, los comentarios se los llevó el viento, 4) El próximo sábado nuestro Seleccionado jugará con Mendoza, momento espectacular en el que el color naranja empalidecerá al de cualquier camiseta y un inconmensurable sentimiento superará con tremendo abrazo las diferencias desatadas por una pasión equivocada. Seguramente que personas de ánimos serenos habrán de reunirse para intentar sabiamente proponer soluciones o al menos puntos de vista útiles, evitando presupuestos y conclusiones espontáneas, espasmódicas, estudiando los modos y maneras actuales relacionados con la difícil cultura concreta en la que el deporte está inmerso. No está de más recordar que se decidió vivir en democracia, que entre otras cosas, propugna la discusión, el disenso, la libertad y que con su buena utilización y enorme dinamismo, ayuda a comprender y a encontrar soluciones adecuadas. Bueno, estoy cansado, ocurre como si me estuviera hablando a mi mismo. Es demasiado. Hasta luego. Soy Cacho Valdez y escribo lo que escribo, sin orden y a puro “dedo” lo que va saliendo del adentro, llámese cabeza o corazón. Vos ve. Es martes 3 de marzo de 2009. NDR: querido maestro, no sabemos si el título es acertado, pero es el que se nos ocurrió.
Tercer Tiempo
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