lunes, 11 de enero de 2010
Arena, sal, olas y chismes
Estamos de vacaciones, más allá que algunos aún no están enterados. Claro que los acontecimientos y sobre todos los chismes que se trasladan con una velocidad sideral siguen llegando a nuestros oídos, estemos tomando mate en la carpa de la playa número 14 de Mar del Plata con hijos, nueras, nietos y amigos, jugando con algunos de los 7 pequeños Arrías que no tienen descanso, o solo mirando pasar la gente entre los que hay amigos.
Camisetas de clubes de todos lados se ven en la playa, muchas enfundando a tipos que nunca deben haber tocado una pelota de rugby, pero parecen estar de moda y se consiguen por solo $ 40,00 en los numerosos “SHOPPING” remedo de la Salada que hay en Mar del Plata.
Hay numerosos “picados” que otrora estaban solo reservado a las redondas. Se ve de todo, como corresponde. En el que estaba frente a nosotros, había un gordito que solo jugaba de “poste”, porque moverse, ni ahí.
Conversando, casi al borde del mar, con un “compíscuo” dirigente porteño de un club relativamente nuevo (45 años) me decía que la mayoría de los clubes están abogando por permitir que los jugadores que están en el Pladar puedan jugar en las selecciones de Buenos Aires y en sus propios clubes. El cree que en los primeros días de febrero en que hay una asamblea se decidirá esto. Pero me dice: “de todas formas esos jugadores no estarán en el Argentino, porque la mayoría se va a Sudáfrica”.
Estábamos en eso, saboreando unos mates amargos bien entrerrianos (el agua de Mar del Plata quema la yerba en pocas cebadas), cuando apareció mi amigo el hooker, un personaje de aquellos que no pasa desapercibido y me dijo, “Mira Vasco hay tipos en el rugby de Buenos Aires, a los que solo les interesa figurar y son capaces de cualquier cosa para lograrlo. Las provincias han hecho bien y por fin se han unido, aunque honestamente no se cuento les durará. En el pasado ha habido muchas traiciones y a algunos eso todavía les duele. Vos sabés que tengo amigos en todos lados y algunos me tiran pálidas.”
El que estaba conmigo de antes asentía con la cabeza y le dijo. “Pero tu club es uno de los “ultra conservadores” denunciados por Cafasso”. Mi amigo primera línea casi no lo dejo terminar. “Usa bien el verbo. Era de los ultra, esta cambiando. No te olvides que renovamos todo”. Me dio un abrazo y hablando un francés muy particular, saludó y se fue.
No habían pasado 10 minutos, el mate ya no daba más y pasó otro amigo, en este caso bien cuyano y se arrimó a saludar. Por supuesto en seguida en tema fue el rugby. “Cuyo esta cambiando mucho por suerte y hemos dejado atrás algunos años de muchos desencuentros. Yo no estoy haciendo nada ni en el club ni en la Unión, pero me gusta como están trabajando en todos los niveles”. La mujer con dos hijos pequeños que había quedado a unos metros lo apuró y el amigo, saludo y siguió el camino.
El observador amigo del principio que no abandonaba la rueda, vio que pasaba cerca del agua otro dirigente “porteño” y me dijo, aguantame ya vengo. Cuando volvió no lo hizo solo. Otros dos porteños y un marplatense lo acompañaban. El tema elegido fue el flojo seven de Mar del Plata, sobre el cual todos dieron su opinión, generalmente negativa, y remarcaron el “bochornoso” espectáculo dado casi al final por mediático personajes, silbado al unísono por todo el estadio. El local no sabía como justificarlo. Pobre!!!!.
Estábamos en eso cuando llegó un reconocido “ofidio” santafesino que como siempre cargado de “veneno” comenzó a tirarlo en dosis importantes. “Ojo con el argentino de selecciones. No todo esta dicho, puede haber novedades de peso en los próximos días, sobre todo del lado de Buenos Aires”. Lo atónitos contertulios no salían de su asombro y quisieron saber más, pero el “reptil” haciendo honor a sus características se mando a guardar y en cuanto lo apuraron huyo hacia el mar.
La rueda era lo suficientemente grande como para que cualquiera lo divisara, cuando caminando a paso vivo por la playa uno de los “amigos” divisó a un tucumano de esos que se las traen y lo llamó. Puesto en autos de inmediato, el norteño tiró su frase. “El más perjudicado por el Pladar si se quiere es el seleccionado tucumano. Seis jugadores se van a Sudáfrica para la “vocadom” (textual) y no contaremos con ellos. Pero la verdad nos pone orgulloso y los apoyamos a rajatabla. La superación para estos chicos es evidente”. Algunos de los de la rueda no solo escuchaban atentamente al tucu tucu, sino que lo felicitaban y añoraban que en su Unión (Buenos Aires) no ocurriera lo mismo.
En eso irrumpió de nuevo el santafesino y sin dejar de trotar tiro: “Al Nico (Bruzzone) lo tentaron desde Sudáfrica, no se si no se van a mediados de año”, y así como llegó se fue.
Morocho, alto, corpulento (no gordo según el) como surgido de la nada apareció mi amigo rosarino agrandado por los últimos títulos y tiró. “Guarda con Rosario que ahora tiene un cuerpo técnico de excelencia (Tato Imhoff- Minoldo). Vamos como punto, pero guarda”. Ante la pregunta de uno de los “permanentes” sobre los jugadores del Pladar dijo. “Si, habrá dos o tres que no estarán pero confiamos que los reemplazantes anden bien”. Su pequeño hijo le tiraba de los pantalones y debió seguir viaje.
Ya el mate no existía el puesto de venta de bebidas en la playa era permanentemente visitada por los integrantes de la rueda. Había para todos los gustos. Cuando la conversación parecía derivar hacia los acontecimientos políticos apreció un famoso cuartetero cordobés como para amenizar la reunión. Venía con dos “amigos”, doctos como el.
“Me dijeron que el próximo vicepresidente de la UAR podría ser porteño, como un gesto de buena voluntad de las provincias. Pero la condición es que no sea cualquiera. Hay nombres específicos. Cada uno piense el que quiera. Pero es del grupo de los progresistas”.
Algunos no salían de su asombro y por lo bajo y entre dientes mencionaban algunos nombres, pero el “dogo” no soltó prenda. Después de su incursión se puso hablar de la familia, de la realidad cordobesa que de la sequía pasó a las inundaciones, de la soja y de cuanta cosa no tuviera que ver con el rugby y hasta llegó a mencionar a Abraham Lincoln, Chavez, Clinton, Sarkozy y los autóctonos.
La tarde se agotaba y de a uno o en parejas comenzamos la retirada de la playa. La prole los Arrías y parientes (15 en total), a pié o en auto pusimos proa la casa de la Avenida Martínez de Hoz.
La promesa era juntarse al día siguiente a la altura del balneario 8, en donde los amigos “porteños” harían de locales.
Como dicen en las novelas, continuará……….
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