Sebastien Chabal no sólo juega al rugby. Además, a los 31 años es una genial invención del marketing que lo transformó en una máquina de facturar.
Un mes al año le dedica Chabal a toda las promociones de los sponsors que le generan un ingreso anual cercano a los 1.5 millones de Euros (sí, unos 7 millones de pesos).
El boom de Chabal fue en octubre de 2007 en pleno Mundial. Toda Francia veía en el "hombre de las cavernas", como lo apodan, el símbolo de un posible título del mundo, en la mismísima París. Claro que no fue así. Pero para Chabal, eso no fue problema: "La fama me llegó bastante tarde en mi carrera, con casi 30 años. Por suerte ya estaba maduro y pude manejarlo".
Con un pasado como modelo publicitario, conoce el manejo de las cámaras: "Me costaba mucho sonreir para las fotos. Prefería ponerme en posturas más agresivas".
El actual jugador del Sale Shark inglés (capitaneado por Juan Fernández Lobbe) sabe que sus días en París "están cargados de trabajo de la mañana a la noche" por los compromisos con los auspiciantes.
Pero no se queja. En el tramo final de su carrera se aseguró terminar ganando. A pesar de ser el malo de la película.
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