ASI, Atlético del Rosario y La Plata se juegan la clasificación en una de las definiciones más apasionantes de los últimos tiempos. El Canario visita a Plaza, y la Academia va a Boulogne para enfrentar al SIC, que quiere ser verdugo ¡¡¡Para el infarto!!! Un médico a la derecha por favor...
Cada uno llegó por un camino distinto, ni siquiera compartieron la Zona en la fase de clasificación. La paridad es tan grande que dos están igualados en 44 puntos, y su perseguidor los sigue a una sola unidad de diferencia. Paradoja del destino, que justamente La Plata es el que menos perdió de los tres, y quien la tiene más complicada, ya que corre desde atrás. Otro dato clave para estos planteles: todos dependen de sí mismos. Preparen la picada, y a no atragantarse, que se viene una definición para alquilar balcones. Dos lugares, tres postulantes.
Es tan grande el abanico de posibilidades que hasta perdiendo, los platenses pueden obtener su boleto directo si obtienen algún bonus (o dos) y el CASI no consigue sumar (o sólo obtiene uno) ¿Cómo es esto? En caso de igualdad de puntos, define el partido entre ellos (victoria del Canario 23-12 en La Catedral) ¿Y entre las Cebras y Atlético del Rosario? Triunfo de los de San Isidro 31-18 en la primera fecha.
Plaza llega en su mejor momento, viene de bajar nuevamente a Hindú (tercera victoria consecutiva ante los imbatibles de Don Torcuato), y en lo que va de la temporada ganó los nueve encuentros que disputó en su cancha. Del otro lado está La Plata, con un record envidiable de visitante (cuatro triunfos en cinco presentaciones en este Top 14). Promesa de partidazo, y duelo de goleadores: el líder, Martín Rodríguez Gurruchaga (175 puntos), y su escolta, Dimas Suffern Quirno (155 pts).
La otra final se dará a unos 300 kilómetros de distancia, en donde se respira rugby históricamente en Buenos Aires. SIC-CASI, no hace falta más presentación. Por más que suene una frase hecha “los clásicos son partidos aparte”, y este es el GRAN clásico de la URBA. No importa que el Zanjero se haya quedado sin chances una semana antes, a ninguno de los jugadores se les pasa por la cabeza darle una clasificación fácil a su archirival en Boulogne. Por su parte, los de Pope Morel van por dos objetivos: llegar a las semifinales y vengar la derrota en la fase de grupos (19-17).
Los que ganen estarán acompañando a Hindú y Alumni, sin embargo, el que caiga derrotado deberá sacar la calculadora. Cada punto es vital, y eso sólo este deporte lo puede dar.
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