El mítico Martin Johnson, una leyenda como jugador, recorre el rocoso camino de entrenador al igual que Santiago Phelan. Pero la victoria en Old Trafford ante Los Pumas lo dejó mejor parado: “Fue un buen triunfo para nosotros”, aclaró.
La prensa y el público inglés son aún más duros y críticos que los argentinos cuando de rugby se trata. Poca indulgencia y un nivel de exigencia que roza con el fanatismo pusieron al entrenador de la Rosa contra las cuerdas tras la mala derrota ante los Barbarians de hace una semana.
Pero los tres tries en el Teatro de los Sueños y la actuación de Andy Goode le permitirán dormir tranquilo al menos por una semana.
"Fue un primer tiempo complicado, pero tomamos buenas decisiones contra Argentina. Sabemos que Hernández puedo resolver las cosas con su patada desde cualquier lado", explicó Johnson. "Tuvimos que ser pacientes y marcar en los momentos justos. Cuando tenés oportunidades contra Argentina hay que tomarlas; es necesario ponerlos bajo presión".
A pesar de ir arriba en el marcador durante casi todo el encuentro, el público -más de 40.000 personas- reprobó con silbidos cuando el apertura Andy Goode eligió los palos en vez de buscar el touch en cada penal a favor.
"Mantuvo la compostura muy bien, porque no es facil jugar cuando la gente te silba porque quiere ver un juego más fluido. Pero nosotros teníamos que ganar un Test match. Elegimos cuando jugar y cuando patear muy bien. Fue un buen triunfo para nosotros", remarcó el ex segunda línea y capitán campeón del mundo en la RWC 2003.
"Fue una desilusión perder con los Barbarians como lo hicimos. Teníamos que cambiar las cosas; manejamos a Argentina y tomamos las oportunidades con la pelota. Fue un vestuario positivo después del partido", cerró Johnson.
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